Esta sostenibilidad, que por suerte hemos entendido como algo que va más allá del medioambiente, ha sido vista como una obligación y, por ende, como un gasto.

Cuesta mucho acercarse a nuestros compañeros y compañeras y convencerles de que esta o aquella mejora es necesaria, no porque nos la imponga una ley o una estrategia pensada en las altas esferas, sino que esta mejora la hacemos para atraer más y mejor negocio.

Para que la sostenibilidad sea una realidad tanto en el Retail, como en todo el Real Estate, debemos trabajar en convertirla en una herramienta útil para todos los eslabones de la cadena, que genere valor añadido y facilite la gestión de todos y cada uno de los departamentos implicados.